martes, 1 de enero de 2019

Los incendios de la mente


Mis preocupaciones y mis tormentos ahí siguen. 
Día tras  día esos fuego inextinguibles continúan quemando mi bienestar mientras yo me deshago en apagarlos y recuperar la calma.

!Oh no! Una melancólica y derrotista carta que, al leer,  te hará resoplar.

Espera, no es tanto asi. En este caso quiero reflexionar sobre lo que para mí suponen esos fuegos. Y de paso preguntarte a ti.

Me llevo dando cuenta de un tiempo a esta parte, cerca de la treintena, que mi propia personalidad y carácter se están fraguando, que el semilíquido metal incandescente que es la espada de mis convicciones  empieza poco a poco a enfriarse y mis opiniones se tornan mas recias y afiladas.

?Y que tiene que ver esta observación con el
primer  y nefasto párrafo que encabeza esta carta?

Ahí va la conclusión a la que he llegado.
En mi afán por apagar esos incendios, originados por diversas causas a lo largo de lo que llevo vivido, mi mente ha dejado huella de mis pensamientos y acciones. De la misma forma que, el mismo fuego, ha chamuscado y modificado el lienzo que simula ser mi cabeza, dando forma y dibujando (de forma cruel) mi autorretrato, que simula ser mi personalidad.

Mi pregunta para ti es la siguiente. ?Te ocurre lo mismo? Y si es así. ?Estamos condenados a apagar incendios uno tras otro hasta el último de nuestros días?